Mi abuelo, siempre estaba deseoso de conversar; contaba unas historias increíbles de su vida; y sus ojos brillaban llenos de vida al recordar esos momentos; disfrutaba de una caminata en el parque o un juego de dominó. Aunque mis tíos trataban de estar muy pendientes de él, sus obligaciones y rutinas no les permitían estar con el tanto como quisieran; adicional mi papá vivía en otra ciudad lejos del abuelo; y era mucha la impotencia que le generaba no poder estar ahí para apoyar el abuelo con sus cosas o simplemente escuchar esas historias.

También, recuerdo como mi tía, quien batallaba por su salud, necesitaba unas terapias muy importantes para vivir; y yo siempre veía a mi mamá angustiada porque por las obligaciones de todos, no era fácil encontrar quien pudiera acompañar a mi tía; y sin un acompañante no le podían programar las terapias. Cuando le preguntaba que tenía que hacer el acompañante, me respondía “nada, sólo sentarse al lado de la tía”.

Todos tenemos una experiencia cercana o propia, donde hemos necesitado ayuda con temas del día a día; hemos necesitado acompañamiento o hemos necesitado brindarlo; hemos necesitado quién nos de una mano o simplemente con quien compartir una actividad que disfrutamos. Así nace este proyecto; con el deseo y la necesidad de poder impactar de manera positiva la vida de las personas y de poder ayudar a resolver temas diarios que por tiempo se nos dificulta.

Nathali Castellanos
CEO Clubby